La excéntrica “Star Wars” de Turquía

Un hilarante plagio

¿Quién era Çetin Inanç? Un cineasta turco. Cierta noche de 1982, entró a una sala de cine para robar la bobina de la célebre película “Star Wars”. En casa, con unas tijeras corta ciertas secuencias, escenas de persecuciones, naves espaciales, etc. Luego devuelve la bobina. Así empieza la historia de la excéntrica “Star Wars” de Turquía.

La excéntrica “Star Wars” de Turquía es un ejemplo del cine que se hacía allí en los setentas y ochentas.
La excéntrica “Star Wars” de Turquía es un ejemplo del cine que se hacía allí en los setentas y ochentas.

Un hito del cine… malo

«Es, posiblemente, la película comercial más cutre de todos los tiempos», sentencia Carlos Palencia. Es el director de CutreCon, el festival de cine cutre de Madrid. Allí proyectarán esta extraña joya del cine de serie B. Consiguieron una versión remasterizada a partir del metraje original. «Verán Dunyayi Kurtaran Adam (el título que le pusieron) como se estrenó en Turquía en 1982».

En los años 70 y 80 el cine era una fiesta en Turquía. Las familias iban a las salas casi como un acto social, un lugar donde se hablaba, se chillaba y cantaba. Los directores turcos lo sabían. Así que exageraban las emociones, apostaban por una violencia cómica, un exceso de dramatismo. La calidad no era importante.

El documental Remake, remix, rip-of cuenta parte de la historia del cine turco. Dice que hacían unas 300 al año. Çetin era un buen ejemplo: rodaba películas en diez días, sin parar. Tres guionistas escribían cientos de películas. Un puñado de intérpretes rodaba a un ritmo frenético, a veces varias películas a la vez. Pegaban secuencias de películas estadounidenses para ganar espectacularidad. Se caricaturizaba el guion. La banda sonora del original se añadía al esperpéntico resultado.

No se puede negar que hicieron su mejor esfuerzo... o tal vez no.
No se puede negar que hicieron su mejor esfuerzo… o tal vez no.

La pasión del cine

En la de Star Wars, hay melodías de Flash Gordon o de Indiana Jones. Çetin justificaba el hecho por su falta de dinero. Sobre su robo de parte del metraje original de Star Wars también tiene una buena excusa: «¿Crees que los americanos iban a dárnoslo voluntariamente?».

La excéntrica “Star Wars” de Turquía es una de las películas más malas de la historia del cine. Pero también tiene un punto casero y genuinamente original. Hay algo de ternura en aquello: un puñado de gente sin dinero, sin tiempo y sin talento intentando emular una gran epopeya del cine moderno. Un director que quiere sacar adelante una película como sea y entretener a la gente. Se puede decir que lo consiguió.

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