El hijo de Anishi Spenser jugaba como otro cualquiera en la zona de juegos de esta cadena de restaurantes de comida rápida cuando encontró un preservativo usado y como es común en los niños se lo llevo a la boca.
La madre se dio cuenta de que ocurría cuando el niño comenzó a toser, ella saco un trozo de látex de la boca del menor.
Ha demandado al restaurante por 50.000 dólares en compensación por la grave negligencia.
