¿Quién lo diría? Uno no asocia el frío con bajar de peso. Tal vez se asocie más con el calor, si uno piensa en el sauna. Pero resultó ser al revés. Exponer tu cuerpo al frío podría estimularlo a producir grasa parda. Es el tipo de tejido adiposo capaz de auxiliar en el proceso de adelgazamiento. Aquí te contaremos cómo influyen las bajas temperaturas para bajar de peso.
Blanco / pardo
El tejido graso de nuestro organismo puede ser blanco o pardo y cada uno sirve para un propósito distinto. El tejido adiposo blanco es la grasa estándar de toda la vida. Es responsable de almacenar nuestra energía en grandes gotas de grasa que se acumulan alrededor del cuerpo. Lo explica el portal Healthline.
La acumulación de grasa ayuda a mantener tu cuerpo caliente, pues proporciona aislamiento térmico a los órganos. Sin embargo, demasiada grasa blanca no es algo bueno para el organismo humano. Esto te conduciría a la obesidad. Y está asociada a un mayor riesgo de padecer enfermedad cardíaca, diabetes y otras afecciones.
El tejido adiposo pardo almacena nuestra energía en gotas de grasa más pequeñas. Además, es rico en mitocondrias, estructuras conocidas como las centrales energéticas de nuestro organismo. Estas utilizan la grasa para generar calor, aclara la revista científica Discover.
La quema de la grasa parda calienta el cuerpo sin hacerlo temblar, un proceso llamado termogénesis. Durante este proceso, también quema calorías. Así, este tipo de tejido adiposo es considerado un posible tratamiento para la obesidad y algunos síndromes metabólicos. «Es decir, cuanto mayor es el porcentaje de grasa parda, más fácil es para nosotros perder peso», dijo en su cuenta de Instagram Zujra Pavlova. Es una popular nutricionista rusa.
No solo en bebés
La comunidad científica solía creer que solo los bebés tenían grasa parda en su organismo. Se pensaba que desaparecía cuando las personas llegaban a la edad adulta. Pero los adultos tienen pequeñas reservas de grasa parda, las cuales pueden incrementar.
¿Cómo aumentar los niveles de grasa parda? Pavlova da la respuesta. Debemos someter el cuerpo a bajas temperaturas y realizar actividades físicas. Una investigación sugiere que dos horas de exposición diaria a temperaturas de alrededor de 19 °C pueden ser suficientes para convertir la grasa disponible en nuestro cuerpo en grasa parda.
Puedes tomar una ducha fría. Tal vez bajar el termostato de la casa unos grados. O salir a la calle cuando hace frío: todas son medidas que podrían ayudar a crear más grasa parda. Usa las bajas temperaturas para bajar de peso.
La actividad física, por su parte, ayuda al cuerpo a producir una proteína llamada irisina. Unos experimentos llevados a cabo con ratones sugieren que esta proteína es capaz de ayudar a transformar la grasa blanca en parda. Sea como fuere, ya lo sabes. Un poco de frío no hace daño… y te ayuda a estar en forma.
