Empezó como tres fisuras. Aparecieron al suroeste de Islandia, cerca de una pequeña montaña ubicada en la península de Reykjanes. Comenzaron a arrojar lava fundida y una columna de gases. Así empieza la historia del volcán bebé que surgió en Islandia.
En julio, el área circundante tembló durante varios días y se registraron más de 12.000 terremotos antes del inicio de la erupción. Las fisuras inicialmente se extendían más de un kilómetro y abrieron tres líneas de lava al rojo vivo. Dos de las fisuras ya estaban cerradas a la mañana siguiente. Pero aún emanaba lava de un cono alargado. Creció rápidamente hasta convertirse en un gran cráter a medida que la lava se acumulaba. Poco después se le conocía como el volcán bebé que surgió en Islandia.
Rápido crecimiento
En apenas una semana, el cráter creció hasta unos 30 metros de altura y continúa creciendo cada día. El 17 de julio se abrió un camino. Los visitantes comenzaron a llegar para ver de cerca este raro evento.
El acceso al volcán depende de las condiciones y cambia cada día. Por el momento, los visitantes pueden llegar cerca del cráter. Puede verse a través de una fuerte bruma de calor. Es un espectáculo increíble especialmente por la noche. Las fuentes de lava que brotan son más visibles en contraste con el cielo más oscuro.
Jeroen Van Nieuwenhove es un fotógrafo profesional belga que vive en Islandia. Documenta erupciones desde el 2021. «Ver cómo se crea un nuevo paisaje frente a tus ojos es un privilegio que se concede a muy pocas personas», dijo. «La erupción ocurre en el lugar más fotogénico de la zona, con el pintoresco pico puntiagudo de Keilir como telón de fondo”, añadió.
Lava quebradiza
Las erupciones volcánicas producen diferentes tipos de lava. Esta es una lava basáltica caracterizada por una superficie áspera y quebradiza. Se compone de bloques rotos de lava. A medida que avanza, los pedazos caen al suelo para revelar áreas al rojo vivo entre el gris y el negro de la lava más fría. A menudo se escucha el sonido de un crujido espeluznante. Es similar al de un cristal que se rompe conforme avanza.
El cráter volcánico bebé continúa creciendo día a día a medida que la lava es expulsada y se acumula en el cono que ya existe. La lava ahora fluye a un volumen diario estimado de nueve metros cúbicos por segundo. No hay forma de predecir cuánto durará la erupción. ¿Hasta dónde crecerá este volcán bebé?
